
He tenido la suerte de poder asistir a uno de los dos torneos de sumo que se celebran al año en Tokyo. Es un fascinante deporte que data de más de 1500 años de antigüedad.

Sus orígenes son religiosos, como forma de ritual dedicado a los dioses en el cual los oradores realizaban una danza. Los torneos de sumo se introdujeron sobre el siglo octavo como ceremonia de la corte imperial. El sumo antiguo combinaba elementos de boxeo y lucha, pero las reglas fueron evolucionando hasta las actualmente aceptadas por la asociación de sumo.
Os intentaré ilustrar el ritual inicial entre los luchadores con esta serie de fotos.








Algunas cosas curiosas del sumo son, por ejemplo, que cada vez que los luchadores entran al dohyo lanzan sal, puesto que le atribuyen poderes purificantes. Así se preparan para la lucha purificando el dohyo, considerado como lugar sagrado. Otra cosa curiosa que he aprendido es que el peinado que llevan les está permitido a partir de que el luchador alcanza la categoria juryo. Este peinado se asemeja a la hoja del gingko, y se lo hacen peluqueras especializadas.


Y para que os hagáis una idea de como se vive un combate, aquí os dejo este video.
Los que hayan leido (o esten leyendo) Freakonomics se pueden estar preguntando que hay de cierto en lo que postula el autor del mencionado libro. Pues bien, juzguen ustedes mismos después de ver la reacción del público tras el último combate que enfrentó al Yokozuna de la Nishi Maku-Uchi contra otro luchador de menor ranking. Creo que sobra aclarar quien perdió el combate!

(Nota para los que no han leido el libro: reacción del público nipon ante un intuible amañamiento del combate)
Por último, y para que veáis que no todo es tan idílico como lo estoy pintando, que sepáis que estamos siendo visitados por un tifón que se le ha antojado pasearse por la linea de costa este de Nihon. Los que estén interesados pueden seguir su evolución.

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