miércoles, 3 de septiembre de 2008

WC

Bueno, tras meditarlo durante un par de días, creo que no he encontrado ninguna objeción para no contaros lo que me pasó el pasado sábado mientras cenaba en un restaurante de Tokyo. Resulta, que estaba vagando por los alrededores del hotel para buscar un sitio para cenar algo, y como lo que iba encontrando no me apetecía mucho, y mira que tiene buena pinta...



Esto es algo curioso, por aquí la mayoría de restaurantes te muestran la comida así como la véis. Son maquetas, pero dan el pego. Me topé con un restaurante de estilo italiano y, me tiré de cabeza!
El sitio por el que me decidí era bastante chulo, véase foto.


Y os puedo asegurar que en cuanto vi la carta y miré las fotos de lo que ofrecían, porque en casi todos los restaurantes las cartas vienen con foto de lo que te vas a comer (cosa que agradezco mucho), casi lloro de la alegria de ver las pizzas y la pasta, jejeje. No me malinterpretéis, que me está gustando la comida que estoy comiendo por aquí, pero tras una semana comiendo arroz cada día, que lo ponen acompañando a todo, y te lo encuentras básicamente de dos formas: bol de arroz normal y bol de arroz grande! Cuando ví las pizzas, umm... pensé: por qué no un capricho occidental. (Además no fue nada caro, osease que no fue un capricho)




Anyway, la cuestión es que lo interesante me pasó cuando tuve que utilizar el WC. Ha sido mi primer contacto con un aparatejo de estos. Los había visto antes, pero había guardado las distancias. En esta ocasión la necesidad hizo de las suyas. En fin, os lo podéis imaginar viendo como se las gasta el aparatejo en cuestión.

Lo primero a destacar es que las posaderas están calientes. Sí, joder que sensación, puaj! (vale, soy manioso y qué?). Había leido en algún sitio que tiene hilo musical para cuando atraviesas turbulencias. Aunque no fue el caso, quise investigar que tipo de música te ponen, pero como os imaginaréis, el premio fue otro. Vaya sensación el sentir un chorro con una presión moderada haciendo incidencia sobre la parte trasera, ejem, no importa que continue, no? el resto lo completáis vosotros. Menos mal que el agua estaba tibia, que si no el salto que habría metido hubiese sido menudo!
Aunque desde nuestra perspectiva occidental nos pueda parecer algo incomodante la sensación, os puedo asegurar que tras la impresión inicial, estoy considerando volver a utilizar este recurso de limpieza asistida...
Para los que la lectura de esta entrada les haya evocado su vertiente más escatológica, os recomiendo que le echéis un vistazo a este artículo.

No hay comentarios: